viernes, 1 de julio de 2011

Boicot

Esta es la lista (completa al 01/07/2011) de empresas que patrocinan la visita del papa a España (JMJ 2011). Deberíamos hacer boicot a estas empresas. Para mi es particularmente indignante que empresas públicas, que se pagan con MIS IMPUESTOS, estén donando dinero a la iglesia católica.

Las razones por las que me opongo a la iglesia católica ya las he mencionado antes. Su intolerancia, su guerra contra los homosexuales, su hipocresía moral. Considero a la iglesia católica como un enemigo personal. La iglesia, a través de sus voceros, me ha agredido moral y psicológicamente. Me han llamado enfermo. Luchan por quitarme los derechos que he adquirido gracias a muchos años de reivindicaciones y protestas sociales y siembran en los jóvenes las semillas del desprecio y la discriminación contra mi y contra todos los homosexuales.

Mi rechazo es contra la iglesia como institución. Esto no tiene nada que ver con las creencias personales (en tanto que las creencias no supongan prejuicios o menosprecio hacia el colectivo homosexual).

Por mi parte, estoy tramitando el cierre de mis cuentas bancarias en Santander y en Uno-e (grupo BBVA) y tomar previsiones para no abrir cuentas en ningún banco del grupo Botín. Telemadrid está borrado de la lista de canales en mis televisores, lo mismo que la COPE e Intereconomía. A partir de ahora también quedan prohibidos el diario El Mundo y la aerolínea IBERIA, así como El Corte Inglés. Esta es la lista completa:

Aceprensa
Actitud 50
Agbar
Aluni.Net
Animo TV
Aprende Inglés TV
Bankinter
Cadena 100
Capital
CEA
Centro Educativo Fuenllana
Cetelmon
Club Internacional del Libro
Coca Cola
Consorcio de Transportes de Madrid
COPE
CosmoCaixa
Diario ABC
Diario YA
DOG Marketing Friends
Ecclesia Digital
Editorial San Pablo
El Adelanto Bañezano
El corte inglés
El Cruzado
El Mundo
Endesa
EWTN
Expansión
Expreso, Actualidad en Viajes y Turismo
FCC
Fiapas
Focus ABENGOA
Forum Libertas
Fundación Alares
Fundación Botín
Fundación Excelencia
Fundación Madrid Vivo
Fundación Pons
Fundación Universitaria San Pablo CEU
Gaceta Universitaria
Gente
Gestiona Radio
Granda Talleres de Arte
Grupo Arturo
Grupo Mahou San Miguel
Hacer Familia
Iberia
IFEMA Feria de Madrid
Iluste colegio oficial de Zaragoza. Organización colegial de Enfermería
Importa.4
infoCatólica
Instituto Superior de Protocolo y Eventos
Kampussia
La 10 TV
La Fiebre
La Información.com
La Razón
La Región
La Voz de Galicia
M25
Magnificat
Marca
MAS Consultin España
Mayormente.com
McCann Worldgroup
MDC TV
Media Siete
Mundo Cristiano
Negocenter
NostreSprt.com
Nova Ciencia
Novapolis
Nuestro Tiempo
Nutrexpa
Ocho Casas
OHL
ONCE
Popular TV
Radio Libertad
Radio Voz
Rock & Gol
Santander
Santillana
SL Television
Spotifty
STJ
Su Imagen
Telefónica
TeleMadrid
Televisión Ferrol
The Zapping Village
Troa Librerías
TV 13
UMAS Mutua de Seguros
Vida Nueva
Villanueva Centro Universitario, Universidad Complutense de Madrid

domingo, 30 de mayo de 2010

El estatus de huérfano político

Soy un liberal. Yo lo sé y lo reconozco públicamente, lo he dicho en Facebook y lo he dicho en mi blog y no siento vergüenza de ello. Al mismo tiempo soy agnóstico, o más bien dicho, soy bastante ateo y esta combinación de liberalismo económico y ateísmo me coloca en una posición paradójica: ni soy de izquierdas ni soy de derechas.

Por razones históricas, culturales (y otras muchas que no pretendo entender como persona que nació en un país extranjero y se vino a España a perseguir un sueño, léase: inmigrante) en este país el liberalismo en el plano económico se subyugó a la iglesia católica en el plano de lo ético-social.

El liberalismo es un marco filosófico y político que propone que las libertades individuales son más importantes que lo colectivo, que el individuo es más importante que el Estado y que éste sólo tiene su razón de ser en la necesidad del individuo de delegar la administración de una parte de sus libertades para conseguir un bien común que no sería posible alcanzar de forma individual.

Por consiguiente, una persona que se declara liberal debería, para ser consistente con los principios del liberalismo, asumir, comprender y divulgar que la moral individual es más importante que la moral del Estado, de la Iglesia o de cualquier otro colectivo.

Muchas personas creen que, si se le despoja al individuo de la moral impuesta por el Estado (en forma de Leyes) y de la religión (a través de la doctrina del pecado, el castigo eterno y la recompensa celestial) se convierte en un salvaje. ¡Eso no es cierto! Todos los seres humanos tenemos la semilla de una moral antropológica dentro. Una base moral biológica, natural, que se deriva mediante reglas muy simples de la necesidad genética de perpetuarse. Este es un tema que aborda magistralmente Richard Dawkins en su libro “El Gen Egoísta”.

La moral colectiva (la del Estado, la de las religiones y cualquier otra) no tiene otro origen que no sea la agregación, combinación y contraste entre las distintas facetas de la moral individual. En otras palabras, tenemos una moral cultural como resultado de que compartimos, mostramos y contrastamos nuestros valores individuales con los de los demás. Recordar que primero viene Ἦθως, (Ethos): la forma de ser, tendencia, punto de partida; y luego Ἦθικός (Ética): la teoría de la vida.

Entonces, ¿Por qué la gente busca un referente moral en la religión? Porque es más fácil y más cómodo atenerse a un conjunto de reglas arbitrarias que tener que buscar en el interior de nuestras almas lo que consideramos bueno y malo.

Toda esta reflexión viene a lugar porque yo me siento un huérfano político. No existe un partido en España que represente los valores liberales con los que me identifico. De los dos grandes partidos del status quo, el PSOE tiene ideas liberales en materia social y religiosa, pero supone que los individuos somos incapaces de administrarnos en lo económico y asume la función de proveernos; y por otra parte el PP tiene ideas económicas liberales, pero al mismo tiempo delega la conformación de sus principios morales y organización de la sociedad en la iglesia católica, lo que me produce una mezcla de asco y repelús.

Como inmigrante, tengo la visión ideal de que existe una sola España. No entiendo los nacionalismos y además no me gustan, los rechazo porque los interpreto como fuerzas que atacan a ese concepto abstracto que he adoptado como segunda patria y jamás votaría por ellos. Luego tenemos a IU, que se planta más a la izquierda que el PSOE y propone un modelo de Estado paternalista y controlador que raya en el comunismo; y los señores de UPYD, que en algún momento dieron muestra de distanciarse del PP, terminan votando en el Congreso, en el Senado y en el Parlamento Europeo en perfecta alineación con aquellos a tal punto que se me han vuelto indistinguibles. ¡Estoy completamente huérfano!

En este punto tengo que preguntarme si no sería el momento de que surgieran nuevas tendencias políticas en España... no importa si no van a ganar las elecciones generales de 2012, pero por lo menos para tener alguien por quien votar.

martes, 25 de mayo de 2010

El día de la Pelusa

Llegó el día de la pelusa. Esos abundantes árboles que aquí llaman "plátano de sombra" estallan en una orgía de pelusas voladoras que se meten en los ojos, en la nariz y en todas partes. Con la pelusa también llega el polen y el aire seco y yo, a pesar de haber sido criado entre monte y ganado, que jugué con barro siendo bebecito y que nunca sufrí de ninguna alergia rara, comienzo a estornudar inconteniblemente.


Sí. Llegó el día de la pelusa y fue el jueves pasado. Paré el carro en una de esas largas avenidas de Pozuelo, llena de plátanos de sombra, y apenas abrí la puerta se me llenó de pelusa. Afuera era como si nevara pelusa, y la pelusa revoloteaba alegremente haciendo burla de mí y de todos. Una señora pasó por delante de mí con un perrito faldero estornudando ¡Y es que hasta los perros estornudan el día de la pelusa!

Después de estornudar dos días seguidos, mi nariz comenzó a sangrar. Ya no bastaba un simple pañuelito o una servilleta, no... había que andar apertrechado para solventar la contingencia de venirme en sangre por un estornudo, y la cosa iba a peor. El sábado me sentí realmente mal... afiebrado, sin fuerzas y con dolor en los músculos del cuello, el abdomen y los brazos. Ya el domingo estaba tan afectado que mientras hacía el mercado me di cuenta que empujar el carrito de la compra se había convertido en una tarea ardua y dolorosa.

Para completar el cuadro, el estómago se me aflojó. Empecé a dar del cuerpo con una fluida nata verde y espumosa y fue entonces cuando decidí ir al médico. Después de verme todas mis dolencias (las agudas, las crónicas, las reales y las hipocondríacas) la doctora me recetó un antihistamínico fuerte y pasar un día sin comer, a punta de suero hiposódico (estoy convencido de que ese asqueroso brevage lo inventaron los médicos sólo como medida de retaliación contra quienes los importunamos con consultas hipocondríacas como esto de la alergia a la pelusa).

He de confesar que no fui capaz de soportarlo. Antes de cumplir 20 horas de ayuno me zampé un buen pedazo de pizza "arreglada" con trocitos de jamón, champiñones y hojas de albahaca... ya les contaré qué pasó con mi estómago.

sábado, 24 de abril de 2010

Aquí dicen "Darle Carpetazo"

Esta semana, una niña de Pozuelo de Alarcón —léase, una niña "bien"— fue expulsada del colegio donde estudiaba por usar un velo en clases. Casi de inmediato la Federación de Entidades Religiosas Islámicas de España saltó a la palestra noticiosa anunciando que acudiría al Tribunal Constitucional para tomar acciones legales contra el colegio. El Tribunal Constitucional debería rechazar cualquier acción legal que intente la federación y les voy a contar por qué: Si se tratara de un niño con una gorra de beisbol, yo estoy completamente seguro que la asociación española de jugadores de beisbol no saldría a demandar al colegio. Si se tratara de un niño con sandalias de hippie la asociación de Hippies y Nostálgicos de los Años Setenta no vendría a reivindicar que se trata de un caso de hippiefobia y si se tratara de un chico con una boa de plumas tampoco la FELGTB brincaría como una leona a defender a nadie.

Yo estoy de acuerdo conque la niña tiene derecho a usar velo como parte de su indumentaria diaría si así lo desea y también estoy completamente de acuerdo conque existen ciertas normas y códigos de conducta que deben ser respetados dentro del ámbito de una institución educativa privada, donde se pretende enseñar (entre otras muchas cosas) disciplina a los niños. Lo que no puedo aceptar es que los islamistas se metan en el asunto y griten ¡islamofobia! en un país que es más que tolerante con todas las culturas y religiones.

Las religiones son, en general, un cáncer que destruye la ética personal y convierte a los individuos en zombies sometidos a la voluntad de una cúpula de hombres avezados al arte de manipular y engañar y que usan el poder para su beneficio y propia comodidad.

El derecho a llevar velo, gorra o sandalias es un derecho inherente al individuo y no se puede colectivizar. Sólo sería colectivizable si hubiera una asociación de usuarios de velo, de amantes de las gorras o de sandalieros y este no es el caso.

El uso del velo no es ni mucho menos algo exclusivamente islámico. Las monjas católicas (esas enviadas del mal uniformadas, cómplices de pederastas y coprotagonistas de todo tipo de abusos hacia menores) también usan velo. Los vestidos de primera comunión y matrimonio de millones de mujeres occidentales llevan velo y esto no es más que una muestra de que el velo es cristiano antes que musulmán y que los árabes adoptaron su uso por las mismas razones históricas y culturales que los cristianos.

Entonces, ¿Por qué permitirle a los islamistas que se hagan parte en una querella judicial? ¡De ninguna manera! El Tribunal Constitucional debe archivar cualquier causa que intente la Federación Islámica... eso que aquí dicen "Darle Carpetazo".

sábado, 12 de diciembre de 2009

El Enemigo

Mi vida ha transcurrido a lo largo de cuatro papados de la iglesia católica: Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI, sin embargo, de los actos de Pablo VI no tengo ningún recuerdo porque murió siendo yo todavía un niño pequeño, y el período de Juan Pablo I fue tan corto que apenas tuvo tiempo de sentarse en el trono y ponerse la tiara papal.

A Juan Pablo II lo recuerdo como un hombre cercano al pueblo, de actitud conciliatoria, pacifista, misericordioso y compasivo. En contraste, Ratzinger es pura y simplemente un hijo de puta. Esta es la opinión que me he formado al ver la posición que tiene o ha tenido el personaje en años pasados en relación a temas como la pedofilia, el aborto y la homosexualidad.

En relación al tema de la pedofilia, Ratzinger es famoso por haber encubierto los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes católicos en Estados Unidos. Siendo Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, comunicó por carta a los Obispos que debían mantener en secreto cualquier investigación interna sobre abusos sexuales cometidos por sacerdotes a menores y se abrogaba el derecho a decidir si el sacerdote abusador sería juzgado por un tribunal de sacerdotes dentro del seno de la iglesia.

Dejando aparte el hecho de que la legislación norteamericana es ridículamente estricta en relación al sexo con y entre menores de 18 años, lo que es destacable es que un funcionario de la iglesia católica se sienta con atribuciones y jurisdicción para juzgar hechos al margen de las leyes de cada país y que utilice a la iglesia como mecanismo para facilitar que las personas que han cometido delitos se escapen de enfrentar a la justicia y queden al amparo del Vaticano, de donde no pueden ser extraditados.

Sobre el tema del aborto, la posición de Ratzinger es ésta: que el aborto es un delito y que cualquier político católico que esté a favor y vote por de su despenalización —incluso la despenalización parcial, condicionada y dentro de ciertos plazos— será excomulgado.

A mí me encantaría que me excomulgaran de la iglesia católica, pero lamentablemente no es posible. Cuando yo nací mi papá se opuso rotundamente a que la familia me obligara a asociarme, sin ser yo consciente y sin mi consentimiento, a una organización religiosa. Así fue como pasé del bautismo hasta la edad de 9 años, edad en que finalmente mi madre logró, mediante muchas manipulaciones, que me bautizaran. Cuando mi madre vino con el cuento de la hostia ya yo tenía cojones para negarme, así que nunca comulgué, y por tanto no pueden excomulgarme.

Por otra parte, conozco casos de personas que, siendo católicos, comprenden y aceptan que existen circunstancias en las que es preferible suspender el desarrollo de un embrión o feto y están, en consecuencia, a favor de las leyes que eliminan la punibilidad del aborto (en esos casos y dentro de ciertos plazos).

Por último, y no por ello menos importante, está el tema de la homosexualidad, considerada por Ratzinger “obra del demonio”. También afirma que el matrimonio entre personas del mismo sexo es destructivo para la familia y para la sociedad.

A mí las referencias al demonio me dejan absolutamente impávido. No creo en el demonio, así como tampoco creo en ningún dios antropomorfo, material o que hable a través de fenómenos naturales como el fuego, el rayo o el trueno (¡y mucho menos en dioses oníricos que hablan a través de los sueños, todo eso me parece sin sentido!) pero siento una profunda curiosidad sobre los motivos profundos que puede tener alguien para temer que la unión legal entre dos personas del mismo sexo destruya la familia y la sociedad.

¿Será que piensa que este tipo de uniones tienen el mismo tono y color que los abusos profanos y escandalosos de los gobernantes de los estertores del Imperio Romano? Y si es así ¿Serán tan tontos los católicos como para creer que la caída del imperio fue castigo de un dios vengativo por el abuso en el disfrute de los placeres sensuales, en vez de ser una consecuencia clara y directa de la propia incapacidad de los gobernantes para administrar el imperio y coordinar las acciones necesarias para impedir el pillaje y ganar las guerras contra los enemigos? Si se necesita una demostración de que no fue por eso, baste con poner un contraejemplo: Alejandro el Grande, que era homosexual, borracho, lascivo y profundamente apegado al disfrute de los placeres sensuales pero que formó y mantuvo con mano férrea el imperio más grande de su época hasta el día de su muerte.

Pero la guinda del pastel que corona el Hijoeputado del Papa Ratzinger es la respuesta que dio en cuanto a la propuesta que Francia piensa llevar ante las Naciones Unidas para que se despenalice la homosexualidad en todos los países del mundo. Considera Ratzinger que esta medida va a crear “nuevas e implacables discriminaciones”, por ejemplo, que “los países que no acepten el matrimonio entre personas del mismo sexo serán criticados y objeto de presiones”. Salta a la vista que a Ratzinger le preocupa más el bienestar de las élites político-religiosas que gobiernan esos países que la vida de los homosexuales que son asesinados de iure en países como Irán, Arabia Saudí, Yemen o Somalia, o encarcelados de por vida en otros tantos como Pakistán, Bangladesh o Guyana.

Que quede constancia pública que el día que yo caiga en lecho de muerte no quiero tener cerca ningún sacerdote (con la excepción del padre Talavera que era amigo mío antes de ser cura, pero sólo en su condición de amigo y no de sacerdote). No soy católico y nunca lo seré y el único auxilio que necesita mi espíritu es la paz que da saber que estoy lejos de la pendeja mojigatería pseudomoralista e hipócrita de la iglesia. ¡El enemigo es Ratzinger!